20. 🦇 real life
CHAPTER TWENTY:
plans
Me desperté un poco antes que Max, él estaba plácidamente dormido, con la boca entreabierta y la cabeza hacia un lado. Era el tercer día que estaba en Nueva York y hoy teníamos planeado ir a un par de museos y comer en algún buen restaurante.
Pasé mi mano por su pecho desnudo y él abrió los ojos al instante.
ᅳBuenos días ᅳdijo él, justo antes de bostezar.
ᅳBuenos días ᅳle respondí, con una sonrisilla. Él estiró los brazos, desperezándose totalmenteᅳ. ¿No eres de sueño muy profundo, verdad?
ᅳPues no ᅳrespondió al momento, ya incorporándoseᅳ, supongo que será por la velocidad que reacción que tengo o algo así.
Max ya se estaba incorporando y tanteando la pared buscando el interruptor. Yo tiré de él devuelta para la cama, cuando ya había encendido la luz.
ᅳQuédate aquí un momento. Hablemos ᅳdije. Él no puso pegas, volvió a su posición inicial, mirándome con unos ojos que juraba que tenían corazones en lugar de pupilasᅳ. Mañana te vas.
Empecé la conversación así, sin filtros, porque sabía que si empezaba de otra forma nos distraeríamos.
ᅳLo sé. Pero tenemos todo hoy para estar juntos.
ᅳLo sé. Pero no hemos hablado de que haremos después de que te vayas ᅳseguí hablandoᅳ. Porque tú te vas a Mónaco y yo me tengo que ir a Los Ángeles. Luego tú te tienes que ir a Baréin y yo a Sydney. Y luego Dios sabe qué.
Max soltó una risita y pasó un brazo por encima de mis hombros, arrimándome a él.
ᅳLo he estado pensado y después de Sydney se supone que tendrás que empezar a escribir otro guión ᅳhabló y yo hice un ruido de asentimientoᅳ. Y eso lo puedes hacer tanto aquí, como en Australia, Arabia Saudí, Japón, Mónaco, España, Estados Unidos tres veces, Italia, Hungría...
ᅳOkey, okey ᅳlo detuveᅳ. No hace falta que recites todo el calendario de Fórmula 1.
Los dos nos reímos y él me mira, esperando una respuesta. Una buena respuesta.
ᅳ¿Entonces...? ᅳPude ver en sus ojos lo deseoso que estaba de que le diera una buena noticia.
Me hice demorar unos segundos, fingiendo que no tenía demasiadas ganas de decirle que sí.
ᅳSí, claro. ¿Por qué no?
De un momento a otro él ya me había levantado con los dos brazos rodeándome la cintura y habíamos rodado sobre la cama, con él llenándome la cara de besos, concentrándose en la boca.
ᅳ¿De verdad? ¿No crees que es acelerado, o algo por el estilo? ᅳarticuló, sin creérselo del todo.
ᅳ¡Sí! No es acelerado, al fin de al cabo son solo carreras. Coches dando vueltas y haciendo sonidos chulos, no creo que se fijen demasiado en mí.
Max soltó una carcajada y besó mi coronilla, apretándome contra él.
ᅳTe tengo que explicar como funciona la Fórmula 1, schat.
Ahora fui yo quien se rióᅳ Estoy bien así, la verdad ᅳMe incorporé, poniéndome la ropa interior que él había dejado toda desperdigada la noche anterior. Me paré un segundoᅳ. ¿Cómo me has llamado?
Me giré, encontrándome cara a cara con la sonrisa pícara de Max. Seguramente estaba esperando ansioso mi reacción.
ᅳSchat. Es como cariño o amor en inglés.
Me senté en la cama, con él tumbado a mi lado. Jugó con mi mano y con mi manicura desgastada. Los dos teníamos una sonrisilla boba.
ᅳMe gusta. Puedes seguir llamándome así ᅳle di el visto bueno y me levanté de la cama, haciendo que Max estirara su brazo después de soltarme la manoᅳ. Vete levantándote que hoy tenemos mucho que hacer.
ᅳ¿Ah, sí? ¿No se supone que estábamos de vacaciones? ᅳreclamó.
ᅳAjá, pero quiero que vayamoz al MoMa antes de irte.
Él se empezó a vestir y yo fui hacia el baño.
ᅳ¿Qué hay allí?
ᅳ¿Te suena La Noche Estrellada?
ᅳSe me hace familiar, sí.
ᅳPues desayunamos y vamos a verla, venga.
・🏛️・
Ya se había escondido el sol, después de andar arriba y abajo en varios museos, que yo sabía que a Max le iban a encantar, y de ir a varios sitios a probar lo mejorcito de la comida de Nueva York y de intentar convencer a Max de que la comida no eran tan mala. No funcionó.
Habíamos acabado en un club en el downtown, que solíamos frecuentar cuando estábamos todos en Nueva York.
ᅳ¿Lo estás pasando bien? ᅳle susurré al oído, pasando mi brazo por encima de sus hombros, balanceándome al ritmo de la música. Él me rodeó la cintura con el brazo que no estaba agarrando su gin tonic.
ᅳEl gin tonic está asqueroso ᅳme respondió, por encima de la música.
Nos reímos y me dio una vuelta con su brazo. Sentí una cámara sobre nosotros y ahí me di cuenta de la cantidad de fotos que nos podrían haber sacado esos días y de como a ninguno de los dos nos había preocupado. Ninguno de los dos nos habíamos acordado de eso y tampoco le habíamos dado importancia a la cámara.
ᅳ¿Hyacinth? ᅳTuve que girar bastante la cabeza para encontrarme con una cara que no había visto en la vida.
ᅳ¿Te conozco? ᅳMe separé un poco de Max, para poder escuchar al hombre que me estaba hablando.
ᅳ¡Sí! Soy... ᅳLa música subió de repente y no llegué a escucharle.
ᅳAh ᅳdije, arqueando un poco las cejas. Max escuchaba muy atentamente la conversaciónᅳ. Lo siento pero no te recuerdo.
ᅳ¡Sí! Nos conocimos en una fiesta, lo pasamos muy bien. Muy, muy bien ᅳremarcó la última frase, con una mirada pícara.
ᅳ¿Muy, muy bien? ᅳintervino Max, asombrado.
El desconocido se rióᅳ Veo que no pierdes el tiempo ᅳEn ese momento me dejó de hablar a mí y se dirigió a Maxᅳ. Nos enrollamos en una fiesta el año pasado, nada muy aventurado. Estuvo toda la noche colgada de mi brazo y luego no me respondió ni una llamada. Ándate con cuidado.
Le dio una palmadita en el pecho, se terminó su copa y se fue.
ᅳ¡No me jodas! ¡No me jodas! ᅳdije, llevándome las manos a la cabezaᅳ. ¡Es el tenista! ¡Es el puto tenista!
No pude evitar soltar una carcajada. Tantos meses intentando recordar su cara, estresada y sintiéndome mal y ahí estaba. Bebiéndose un Ice Tea Long Island.
ᅳ¿Quién? ᅳcuestionó Max.
ᅳUn tío con el que estuve en una fiesta y como no me acordaba de su cara, todos llevábamos meses intentando recordar como era ᅳle expliqué, dándole un sorbo a mi bebida.
ᅳ¿Quiénes son todos? ᅳsiguió preguntando.
ᅳYa sabes; Florence, Pedro, Phoebe... todos. Ya conoces a la mayoría.
Frunció el ceño. Yo no entendía porque le estaba dando tanta importancia. Se lo dije.
ᅳNo tienes que darle importancia ᅳle dije, poniendo una mano entre su mejilla y mandíbula.
Max se terminó la copa y ya noté que empezaba a estar un poco pedo.
ᅳ¿No te vas a olvidar de mí cara, verdad?
Intenté no reírme de la mejor forma que pude. Max estaba totalmente serio, aunque con la mirada un poco perdida. Estaba expectante de mi respuesta.
ᅳPor supuesto que no, Max. Pienso demasiado en ti como para olvidarte ᅳle dije, con una sonrisa dulce.
ᅳ¿En serio?
ᅳ¡Claro! ᅳAhora no pude evitar reírme un pocoᅳ. ¿Por qué no terminamos las copas en casa mejor?
ᅳEstá bien... ᅳdijo, dejando su vaso en la mesa y dándome la mano.
Volvimos en un taxi que Max casi quiso conducir y nos quedamos dormidos al momento, después de comernos unos trozos de bizcocho que habían quedado en la nevera.
Él se iba mañana y yo en dos días. Estaba nerviosa de que pasaría en las tres semanas que pasaríamos sin vernos, aunque seguramente serán unas semanas más que aburridas.
Pero resultó que no lo fueron, porque se me olvidó totalmente el detalle de que el 23 de enero salían las nominaciones a los Oscars. Él estaba en Mónaco, yo en Los Ángeles, seguramente eran las tantas de la mañana cuando lo llamé, pero él contesto.
ᅳ¡Nos han nominado! ¡Nos han nominado a los Óscars! ᅳexclamé, dando un salto por cada frase. Phoebe también estaba allí conmigo, apunto de abrir una botella de champán.
ᅳ¡Oh! ¡OH! ¡Felicidades! ¿A qué categorías? ᅳme preguntó. Lo escuché incorporarse de la cama y encender la luz.
ᅳ¿Es muy tarde?
ᅳ¿A qué categorías, Hyacinth? ᅳdijo, sin contestarme la pregunta. Sonreí un poquito, bajando la mirada.
ᅳMejor guión original, mejor actor y mejor directora ᅳrecité. Tres nominaciones. Tres putas nominaciones. Después de ser literalmente ghosteada por la academia el año pasado, esto ya se sentía como una victoria.
ᅳ¡Mejor directora! ¡Hyacinth, ese Oscar es tuyo!
Me tapé la cara con la mano libre y me aparté el pelo de la caraᅳ A ver que pasa. Son el once de marzo.
ᅳEntre Jeddah y Melbourne ᅳdijo, más para él que para mí. Entendí que no tenía carrera esa semana y estuve a punto de decirle que viniera, pero estaba segura de que era muy adelantadoᅳ. No sabes lo feliz que estoy por ti en este momento, Hyacinth.
Solté una risitaᅳ Aún no me lo creo. Es una puta locura, Max.
ᅳLo sé, lo sé. Y te lo mereces, schat. Te merecías todas las nominaciones, en realidad.
ᅳBueno, hay algunas que no me podrían nominar, como la de efectos especiales pero...
ᅳHyacinth ᅳme cortóᅳ, estoy muy orgulloso de ti. Y si te digo que te mereces todas las nominaciones, es porque te las mereces y punto. Ahora vete a celebrarlo.
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